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18 de septiembre de 2025
Histórica paliza a Milei: rechazaron los vetos a universidades y el Garrahan por mayorías abrumadoras

Con aval de los gobernadores y el volantazo de los ex aliados, la oposición aplastó a los libertarios por mucho más que dos tercios.
Los bloques opositores en la Cámara Baja se alzaron con una victoria brutal contra Javier Milei y pulverizaron este martes los vetos al financiamiento universitario y la emergencia pediátrica por el Garrahan.
Pese a los esfuerzos del gobierno por evitar una nueva paliza parlamentaria, el peronismo, el pichettismo, las distintas vertientes del radicalismo y la izquierda superaron los dos tercios para insistir con ambas leyes, gracias al apoyo de los legisladores que responden a los gobernadores y ex aliados de Casa Rosada, desencantados con el oficialismo.
Pasadas las 17, se produjo la votación por el Garrahan y el saldo fue histórico: 181 en contra del veto de Milei y sólo 60 a favor. No hay muchos antecedentes de un Presidente que haya recibido semejante revés parlamentario.
Luego, se sometió a votación el veto contra las universidades y el Gobierno también salió destrozado. Hubo 174 voluntades contra el veto y solo 67 apoyaron al gobierno.
Como anticipó LPO, las cartas ya estaban echadas cuando arrancó la sesión. El volantazo de los diputados del MID, la bancada de Marcela Pagano y de los misioneros que responden a Carlos Rovira, fueron determinantes. Pero también se sumaron las sanjuaninas de Marcelo Orrego y la sorpresa final, como anticipó este medio, la dieron los diputados santafecinos que responden a Patricia Bullrich. No está claro si se retobaron a la ministra o si la ex candidata presidencial del PRO empezó a marcar diferencias con Milei.
Hay una cuenta regresiva. Hay un tic tac. ¿De dónde viene? Viene de San José 1111.
Minutos antes de la votación, la tucumana Paula Omodeo, Lisandro Almirón, Santiago Pauli, Gerardo Huesen y Santiago Santurio fueron los encargados de cerrar los discursos en representación de Balcarce 50. El más provocador fue Huesen, que acusó de "sinvergüenzas" y "golpistas" a sus adversarios e hizo enardecer a la tropa de Germán Martínez.
El líder de la bancada de UP había dado un discurso encendido, convocando a otros espacios políticos a reconstruir la esperanza. "La patria nos está cagando a gritos para que tengamos otra actitud, una actitud que nos permita poner a la Argentina de pie", dijo y argumentó que a los actores de la movilización que se concentraba en la calle para exigir el rechazo a los vetos "no los une la bronca ni el rencor sino el deseo de hacer una Argentina grande".
Antes, la legisladora Silvana Giudici había imputado al peronismo la puesta en marcha de "una cuenta regresiva" para iniciar "un proceso de desestabilización para que vuelva el tren fantasma". "Hay una cuenta regresiva. Hay un tic tac. ¿De dónde viene? Viene de San José 1111", sostuvo en alusión al lugar donde Cristina Kirchner cumple prisión domiciliaria.
Si este Congreso no tenía la sensibilidad, iban a entrar en un proceso de crisis terminal el sistema universitario y un estandarte de la salud pública argentina.
La idea libertaria de darle a la sesión un tinte golpista fue desmontada por exposiciones como las de Miguel Pichetto, que consideró que el objetivo era "que los recursos para el Garrahan y las universidades sean razonables para el 2025", más allá de lo que se acuerde eventualmente para un presupuesto del año entrante.
"Si este Congreso no tenía la sensibilidad, iban a entrar en un proceso de crisis terminal el sistema universitario y un estandarte de la salud pública argentina", remarcó.
Al comienzo, el jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, ofreció que se debata desde la semana próxima en la comisión de Presupuesto, presidida por José Luis Espert, la recomposición de los recursos para las universidades y el Garrahan.
La propuesta le pareció una burla a la mayoría de la oposición y para ese momento ya se amontonaba un alud de votos para rechazar los vetos. En el medio quedó la fallida negociación que apuró la Casa Rosada con los gobernadores aliados, revoleando de apuro 12.500 millones en ATN, una negociación que consagró con un fracaso monumental la flamante gestión de Lisandro Catalán como ministro del Interior.
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